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martes, abril 19, 2011

Los ataques de ira

Phillip estaba completamente asustado cuando la policía visito su casa. Philip tenía 9 años y su profesor había encontrado heridas y hematomas en sus brazos y piernas. El niño era golpeado por su padre y temía confesar la verdad a los policías cuando estos llegaron a su casa, después de todo su padre le había pedido ordenar su cuarto 10 veces y el no obedeció por razones ajenas a su comprensión, finalmente, el niño confeso el abuso.

Después de algunas sesiones de terapia familiar, el Dr. Daniel G. Amen se dio cuenta que la relación entre padre e hijo no era normal y que el caso necesitaba de un profundo análisis, el Dr. pensaba que algo “biológico o físico” no funcionaba bien. Fue así que este Dr. ordeno un análisis del funcionamiento del cerebro llamado SPECT (single photon emission computed tomography)

Los resultados mostraron una actividad elevada en el lóbulo temporal izquierdo del padre y Phillip tenia una actividad baja en la parte frontal del cerebro por ello le era difícil concentrarse.

Ambos fueron sometidos a tratamiento médico y después de esto recién a psicoterapia. Durante las cesiones de consejo Phillip podía mantenerse más calmado y atento y su padre aprendió como tratar el comportamiento de su hijo de una manera más constructiva y sin violencia.

La violencia en forma de rabia incontrolada es un problema pesado, tanto para los que sufren ese sentimiento como para los que los rodean, sean estos familiares, amistades o la comunidad que los rodea. No se la puede ignorar ni buscar su solución en fuentes erradas pues la verdad es que pueden acabar en verdaderas tragedias. Las personas que sienten esos episodios de ira incontrolada suelen interpretar de manera extremadamente negativa el comportamiento de otros, son impulsivos y no pueden “sacar” de la mente el evento hasta que se vengan. El Dr. Amin menciona casos de conductores de movilidad que al enfrentarse con otro conductor maleducado acaban persiguiendo al otro conductor hasta llegar a enfrentarse físicamente.

Gracias a Dios avances recientes en tecnología y ciencia están ayudando a entender al ser humano de una manera tanto más efectiva como más compasiva. Para algunas personas psicoterapia, o meditación o el tan solo conocimiento profundo de la mente es suficiente para un cambio positivo pero para otras con tan solo eso no es posible el cambio porque el daño físico en el cerebro es demasiado elevado. Los tratamientos mencionados se pueden comparar a cuando se desea aplicar un software demasiado elevado en un computador antiguo.

Los humanos poseemos una energía increíblemente poderosa para poder cambiar aquello que nos hunde o destruye en algo que nos impulse hacia algo positivo y en una mejor calidad de vida. Depende mucho de nosotros poder encender esta energía, nuestro cerebro es la clave de muchas emociones, comportamientos, actitudes…hagamos todo lo que está en nuestro poder para entenderlo o buscar ayuda médica cuando es necesario y asi poder conectarnos realmente con nuestra paz interior, depende mucho de nosotros y del tipo de entrega que le queramos dar a nuestro más valioso tesoro.

Se supone que nuestra mente debería estar a nuestro servicio como una herramienta para cumplir nuestro propósito en la vida y no al contrario.

“Si no tenemos paz interior, de nada sirve buscarla fuera”
François de la Rochefoucauld

19 comentarios:

Gabriela dijo...

Felizmente, la historia de Phillip tuvo un final feliz. Pienso en los miles de personas que sufren por estos ataques de ira.

LA ZARZAMORA dijo...

Sí primero paz interior, y después todo lo demás.
La rabia y el rencor asi como el orgullo no sirven para nada. Mejor olvidarlos y no llenarnos de esos episodios.
Besos, Patricia.

Genín dijo...

Todo esto se lo decía yo a Lola, pero la pobre se murió envenenada antes de corregirse, en fin que en paz descanse Lola, una de las perras Mastina que mas he querido...
Salud y besitos

Anónimo dijo...

Grácias por esa elocuente información.
Muchos casos de violéncia son causados por fuertes desordenes biologicos aparte de psicosomáticos.
Si no se cuidan pueden ser desastrosos.



Un abrazo.

Dany dijo...

De buscar ayuda se trata. Eso es para mi la sintesis. Cuando no podemos manejar las mentes. Un beso y gracias por tus visitas

Dynara dijo...

Vaya, me ha gustado la historia de Philip. Si es cierto que la rabia destruye muchisimo las relaciones. Me ha gustado tu blog. Gracias por pasarte por el mio y comentar. ^__^ Te parecerá una tonteria pero me ha hecho ilusión.

Un abrazo y feliz finde semana

PD:Yo tambien quiero ir a Irlandaaa...snif, snif.

Pep Manel dijo...

Muy interesante y bonito final... si dedicásemos sólo 5 minutos al día a nosotros mismos y a pensar cómo ser mejores... un saludo!!!

Maria Bombones dijo...

Hola Patricia
La intolerancia del mundo de hoy genera reacciones violentas en muchos casos.
Muchas personas no reconocen que necesitan atención médica por sus ataques de ira (deberian leerte)
Tus palabras finales son para tener en cuenta siempre.
Mil besos y MUY FELICES PASCUAS!
(hiciste los huevos de chocolate?)

Hada Saltarina dijo...

Como siempre, temas interesantes y bien tratados en tu blog.

Besos

Javier dijo...

Muy interesante texto.
Desconocía que existía esa patología de ira incontrolada.
La frase de Rochefoucauld, como siempre en él, acertada.
Sí, tendríamos que buscar más la paz interior y para eso deberíamos educar mejor a los niños en ese sentido. Sería un buen comienzo.

Saludos.

Maria Pilar-COCINICA dijo...

Lastima que esa ayuda no llegue a todos los maltratados.

Tawaki dijo...

Cada vez es más evidente que nuestro cerebro rige nuestras acciones y que éste es todavía un gran incomprendido.

Pero de ahí a justificar todos nuestros malos comportamientos por una mala construcción de nuestra mente va un paso demasiado grande para mí.

Al final, podemos elegir más de lo que queremos reconocer.

Un beso.

Victoria dijo...

Hola Patricia u post muy interesante.La vida que llevmos tan estresada originan muchas veces estos ataques de ira. menos mal que en este caso tuvo una solución. Un abrazo

José Vte. dijo...

Muchas gracias por tu visita a mi sitio.
Esto que cuentas es muy interesante, cuantas personas se podrían tratar ante casos de ira furibunda. Es posible que se pudieran evitar muchas tragedias.

Saludos

Conral dijo...

Muy buena entrada, Patricia. Muchas veces podremos necesitar ayuda y sin embargo no queremos reconocerlo. Cada vez me aterroriza más la violencia y, sin embargo, nos movemos en un mundo muy violento.
El final de tu entrada me ha gustado mucho. Ojalá encontremos esa paz interior que tanto necesitamos para poder seguir viviendo lo mejor posible.
Te mando un gran abrazo allá donde te encuentres, :P

Conchi

Esther dijo...

Terrible tema ese de la ira. Es horrible, como tú dices, en un sentido u otro pero, en ciertas situaciones, los lados opuestos, quizás sirvan para equilibrar la balanza, los negativos, quiero decir frente a los positivos; no sé si me explico. Pero, qué mejor que fuera todo positivo. Yo soy toda ---------, supongo, eso al menos es lo que opinan de mí pero, cómo ser de otra manera, en mis circunstancias, con todo lo que vivo... Ellos dicen que yo soy ----------, yo no sé si debería decir realista.

Un saludito. Buen resto de semana, immer! No sabía que tú tb. supieras algo de alemán. Yo a nivel básico.Tengo algo de idea ¡Je,je!

Esther dijo...

No, Patricia, bueno, supongo que lo habrás dicho de broma pero, menor de edad nada de nada, qué más quisiera yo y ¡camino del aumento! ¡Qué horror! Cuéntame lo que quieras. Yo sé alguna palabrota en inglés y una palabra fea alemana, nada más ¡Je,je! Que no me asusto... si con todo lo que se ve hoy en día... Aunque a veces no dejo de sorprenderme, yo te puedo contar más de los españoles ¡Je,je! Aunque creo que no somos muy variados en eso, quizás los latinoamericanos tengan un repertorio aún más variado y más gracioso ¡Je,je!
Aunque alguna vez sí que me han tomado por menor de edad, qué maravilla :P Cuenta, cuenta si quieres :)

Miguel dijo...

Hola Patricia.

Vi hace tiempo una película (lo siento no recuerdo su nombre) en la que el personaje principal era un androide infiltrado en la vida de los que nos llamamos normales, cuando se enfrentaba a situaciones “anormales” siempre pensaba internamente…”autocontrol-autocontrol” para poder superarlas y llevarlas de la mejor manera sin necesidad de utilizar sus poderes y seguir pareciendo un normal. Muy gracioso, que pena no acordarme de mas detalles.

Pienso que no todos los controles son positivos pero claro si por medio existe alguna de las manifestaciones de violencia, todos son pocos.

Muy buena reflexión amiga.

Mercedes Ridocci dijo...

Como me gusta leer con calma, en cuanto tenga un poco de tiempo, también te leeré.
Ahora un beso
Mercedes