Estábamos solas las tres, mi radio, mi computadora y yo. De pronto mi trabajo fue interrumpido por una canción del pasado que me hizo recordar mis experiencias de adolescente y la alegría de encontrarme con mi familia unida. Sentí como la amargura de mis recuerdos me atormentaban dejándome saber que ese pasado ya no estaba mas a mi lado, solo lagrimas acompañadas del sabor amargo de hermosos recuerdos me decían que aquel tiempo jamás volvería. Mi habitación, la calidez de mi hogar, mis paseos por la ciudad, los amigos, etc. Me sentí infeliz y mis pensamientos comenzaron a interrogarme cual juez inescrupuloso sobre cada día o momento feliz que ya no estaba.
Fue como una pesadilla hecha realidad, hasta aquel momento de silencio en el que creí que era el final de mi sentencia. Sin embargo para “aquel” juez que es mi mente, aun existían interrogantes, y sin piedad ataco mi futuro para formar una cadena de angustias; un año mas, me dijo, y que has hecho? Cuantos logros? Cuanta riqueza? Cuantos a tu edad son millonarios o llenos de honores? Aun no tienes hijos? que atormentante infelicidad el mas aun no poder saber del futuro? Que futuro me esperaba? Por un momento me sentí en el papel penoso de Hamlet en la obra magistral de Shakespeare, “Give thy thoughts no tongue” (no dejen a los pensamientos hablar)Hamlet, 1. 3, pero la idea del suicidio a Hamlet le pareció una respuesta atractiva (Acto 3, escena 1) porque acabaría con los problemas que uno debe llevar en la vida humana, sin embargo lo detuvo la incógnita de que seria lo que debería enfrentar luego de la muerte “And what is After Death?” y que pasaría si es mas penoso que lo que lleva en la vida? Desde que es algo desconocido, sus tan celebres palabras “"better the devil you know than one you don't know” (mejor el Diablo conocido que aquel por conocer) lo llevaron a la conclusión de que si lo desconocido es peor que la vida que lleva y además no existe un “retorno” entonces era mejor vivir y enfrentar.
Fue el estallido intenso de un relámpago en el cielo, quien paro mis pensamientos, me acerque a la ventana de aquel tercer piso y observe las nubes correr por el anaranjado atardecer del cielo. Las lluvias tropicales son intensas, suelen llegar sin aviso, y a veces son cortas en duración.
Me inquietaba no ser parte de tan perfecta obra de la naturaleza, y sin pensarlo dos veces ya me encontraba al final del pasillo principal del ultimo piso del edificio. En aquel momento no existía pasado, ni tampoco futuro, nada me preocupaba. Mi único deseo era sentir cada gota de lluvia en mi tez.
De pronto estaba ahí, parada en la terraza superior del edificio, la lluvia me daba la bienvenida con el canto de cada gota que caía, el suelo se veía semi cubierto por el fenómeno de evaporación normal después de un dia extremadamente caluroso. Las golondrinas contentas danzaban por el cielo, algunas volaban tan cerca mio que parecía que compartían mi alegría.
Levante los brazos en señal de solidaridad con las aves, y me sentí tan libre como si realmente volara. Una brisa templada me rozaba como si estuviera volando, quizás es la sensación que tienen las golondrinas cuando vuelan. Los árboles danzaban con el viento, los pétalos de las flores caían como mixturas lanzadas del cielo. Cerré los ojos por un momento y deje que la música de la lluvia me contara por cuantos lugares había viajado. Me sentí danzar, y podía escuchar el susurro de la brisa junto al de las aves. Que maravilloso momento, que alegría mas intensa, no necesitaba mas nada. O es que me sentía en la cuarta dimensión descrita por Einsten? …“El tiempo!”
En un instante la lluvia ceso y sin aviso partió, como muchas cosas en la vida real, de pronto se esfumo.
- “Todo paso?” me pregunte, y no importaba cuanto deseara que la lluvia continuara el momento se había ido.
Abrí los ojos lentamente como queriendo alargar ese momento de alegría, y aun mas grande fue mi sorpresa cuando divise un hermoso arco iris en el cielo, y recordé el pacto o alianza de Dios con la humanidad a través de un arco iris presentado a Noe (Génesis 9, 12-14). "Esta será la señal del pacto que pongo entre mi y vosotros y todos los seres vivientes que hay entre vosotros, por todas las generaciones futuras. Yo pongo mi arco iris en las nubes, y el será la señal de la alianza entre mi y la tierra”.
- “Ahora no tengo porque preocuparme”… me dije
Dando la vuelta con dirección a la puerta de entrada y completamente mojada sentí el olor a hierva mojada, todo estaba sereno como si todo comenzase de nuevo en la vida. Fue en ese momento que vinieron a mi mente las palabras de Wittgentein “La vida eterna pertenece solo a aquellos quienes viven el presente”.
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